De izquierda a derecha: Carlos Barriga, Geroncio Yabar, Luis Yabar, Antonio Yabar, Herman Yabar, Vicente Gamarra, Alberto Rivera.
Tuvimos el agrado de conocer a la hospitalaria familia Yabar. Gracias a Lucho por hacer esto posible. A continuación una pequeña reseña de la agrupación, especialmente dedicada a Felipe y todos los visitantes de la página que recuerdan con nosotros tiempos pasados:
Todos los hermanos nacen en Chiquián, Ancash, pero de muy niños se establecen en la capital. El gusto por la música lo heredan de su padre, el señor Policarpo Yabar, quien integraba la banda de su pueblo tocando el trombón y además era aficionado a la guitarra. Así, siempre en casa estuvo presente una guitarra que llamaba la atención de los jóvenes Yabar, en especial de Antonio, cuyo entusiasmo contagió a sus hermanos para convertirse en músicos. Aunque la madre no quería que se dediquen a la música, con la ayuda de su padre y otros familiares consiguen el dinero para comprarse dos guitarras eléctricas. En ese momento todos los hermanos tocaban instrumentos de cuerda.
Por aquella época estaba de moda que los grupos tengan un nombre en inglés y, los Yabar, estuvieron a punto de llamarse The Strongers, pero finalmente como todos eran hermanos y la gente los conocía como “los Yabar”, prefirieron nombrarse “Los Yabar Juniors”. A través de amigos conocen a Walter Cuzcano, quien tenía una batería que la dejaba de forma permanente en casa de los Yabar y se une a ellos. Todos se inician tocando rock, ya que entre sus influencias estaban grupos como The Ventures o los nacionales Belkings. Como primer cantante y tumbador tuvieron a Oscar Aquino, cuya hermana solicitó que tocaran para su quinceañero. Así, como tenían que tocar música bailable se apresuraron a ensayar algunas canciones de Los Destellos. Aquel quinceañero fue la primera presentación de Los Yabar Juniors, el 8 de octubre de 1972, cuando los hermanos bordeaban los 20 años.
Con la primera presentación comienzan más invitaciones para tocadas, junto con la exigencia de música popular. Walter no siempre aparecía en las presentaciones, por lo que paulatinamente Herman deja la guitarra por la batería; mientras que un primo, Vicente Gamarra Yabar, entra a la segunda guitarra. Posteriormente continúa la reestructuración del grupo, con la salida de Oscar Aquino –reemplazado en las tumbas por Alberto Rivera- y la llegada de otros primos: Luis Yabar (órgano) y Carlos Barriga (huiro).
Justamente Luis conocía a Walter Vargas, quien trabajaba como ingeniero de sonido en la disquera El Virrey y los anima a grabar. Así nace en 1974 el primer disco 45 RPM con dos cumbias instrumentales. Por ese entonces Antonio realizaba sus prácticas profesionales en un colegio, se percató de que uno de los alumnos tenía buena voz (Freddy Villavicencio) y lo reclutó para el grupo. Al año siguiente pegan un hit con la cumbia cantada “La cucharadita”, lo cual fue el espaldarazo para que les propongan grabar todo un long play.
Todo el grupo empieza a crear sus propias canciones, aunque cada uno de los hermanos tenía sus gustos particulares. Antonio era más apegado al rock y a lo instrumental, Geroncio a la cumbia y Herman a la balada o el rock lento. Toda esta mezcla de géneros finalmente es la que los lleva a posicionarse como “los reyes de la música variada”. En 1976 sale a la luz su primer y único long play titulado “Corre que te agarro”, que conforme al espíritu del grupo contiene cinco cumbias, tres baladas, dos rock, una salsa y una rumba.
Luego de algunos discos chicos más termina la relación contractual con Virrey y se dedican básicamente a las giras y presentaciones. Por esas épocas un joven y aún desconocido Carlos Ramírez, en una de sus primeras aventuras musicales, integra el grupo de los hermanos Yabar.
En la primera mitad de los ochentas conocen a Julio Garay, director del cuzqueño Grupo Trébol, quien los invita a grabar para su disquera Trébol. Ahí también grabaron cumbias en discos de 45 RPM hasta que el proyecto de Julio se truncó. Ya en la segunda mitad de los ochentas viran hacia la salsa y cuando Luis Yabar deja el grupo para radicar en Venezuela, nuevos integrantes ingresan al grupo para conformar una orquesta y tocar la salsa a la manera tradicional, con instrumentos de vientos.
La orquesta salsera anduvo bien hasta que se produjo una escisión y parte del grupo se va a formar su propia orquesta: La Rebelión. Este golpe, sumado a los deberes laborales y maritales, termina por dar fin a Los Yabar Juniors. De todas formas, hasta el día de hoy, familiares, viejos amigos y aquellas personas que vieron a los hermanos en sus inicios continúan solicitando sus servicios para celebraciones familiares y ocasiones especiales. Y los Yabar, prestos a honrar la amistad, siguen brindando clase con su fantástica música variada.
Tuvimos el agrado de conocer a la hospitalaria familia Yabar. Gracias a Lucho por hacer esto posible. A continuación una pequeña reseña de la agrupación, especialmente dedicada a Felipe y todos los visitantes de la página que recuerdan con nosotros tiempos pasados:
Todos los hermanos nacen en Chiquián, Ancash, pero de muy niños se establecen en la capital. El gusto por la música lo heredan de su padre, el señor Policarpo Yabar, quien integraba la banda de su pueblo tocando el trombón y además era aficionado a la guitarra. Así, siempre en casa estuvo presente una guitarra que llamaba la atención de los jóvenes Yabar, en especial de Antonio, cuyo entusiasmo contagió a sus hermanos para convertirse en músicos. Aunque la madre no quería que se dediquen a la música, con la ayuda de su padre y otros familiares consiguen el dinero para comprarse dos guitarras eléctricas. En ese momento todos los hermanos tocaban instrumentos de cuerda.
Por aquella época estaba de moda que los grupos tengan un nombre en inglés y, los Yabar, estuvieron a punto de llamarse The Strongers, pero finalmente como todos eran hermanos y la gente los conocía como “los Yabar”, prefirieron nombrarse “Los Yabar Juniors”. A través de amigos conocen a Walter Cuzcano, quien tenía una batería que la dejaba de forma permanente en casa de los Yabar y se une a ellos. Todos se inician tocando rock, ya que entre sus influencias estaban grupos como The Ventures o los nacionales Belkings. Como primer cantante y tumbador tuvieron a Oscar Aquino, cuya hermana solicitó que tocaran para su quinceañero. Así, como tenían que tocar música bailable se apresuraron a ensayar algunas canciones de Los Destellos. Aquel quinceañero fue la primera presentación de Los Yabar Juniors, el 8 de octubre de 1972, cuando los hermanos bordeaban los 20 años.
Con la primera presentación comienzan más invitaciones para tocadas, junto con la exigencia de música popular. Walter no siempre aparecía en las presentaciones, por lo que paulatinamente Herman deja la guitarra por la batería; mientras que un primo, Vicente Gamarra Yabar, entra a la segunda guitarra. Posteriormente continúa la reestructuración del grupo, con la salida de Oscar Aquino –reemplazado en las tumbas por Alberto Rivera- y la llegada de otros primos: Luis Yabar (órgano) y Carlos Barriga (huiro).
Justamente Luis conocía a Walter Vargas, quien trabajaba como ingeniero de sonido en la disquera El Virrey y los anima a grabar. Así nace en 1974 el primer disco 45 RPM con dos cumbias instrumentales. Por ese entonces Antonio realizaba sus prácticas profesionales en un colegio, se percató de que uno de los alumnos tenía buena voz (Freddy Villavicencio) y lo reclutó para el grupo. Al año siguiente pegan un hit con la cumbia cantada “La cucharadita”, lo cual fue el espaldarazo para que les propongan grabar todo un long play.
Todo el grupo empieza a crear sus propias canciones, aunque cada uno de los hermanos tenía sus gustos particulares. Antonio era más apegado al rock y a lo instrumental, Geroncio a la cumbia y Herman a la balada o el rock lento. Toda esta mezcla de géneros finalmente es la que los lleva a posicionarse como “los reyes de la música variada”. En 1976 sale a la luz su primer y único long play titulado “Corre que te agarro”, que conforme al espíritu del grupo contiene cinco cumbias, tres baladas, dos rock, una salsa y una rumba.
Luego de algunos discos chicos más termina la relación contractual con Virrey y se dedican básicamente a las giras y presentaciones. Por esas épocas un joven y aún desconocido Carlos Ramírez, en una de sus primeras aventuras musicales, integra el grupo de los hermanos Yabar.
En la primera mitad de los ochentas conocen a Julio Garay, director del cuzqueño Grupo Trébol, quien los invita a grabar para su disquera Trébol. Ahí también grabaron cumbias en discos de 45 RPM hasta que el proyecto de Julio se truncó. Ya en la segunda mitad de los ochentas viran hacia la salsa y cuando Luis Yabar deja el grupo para radicar en Venezuela, nuevos integrantes ingresan al grupo para conformar una orquesta y tocar la salsa a la manera tradicional, con instrumentos de vientos.
La orquesta salsera anduvo bien hasta que se produjo una escisión y parte del grupo se va a formar su propia orquesta: La Rebelión. Este golpe, sumado a los deberes laborales y maritales, termina por dar fin a Los Yabar Juniors. De todas formas, hasta el día de hoy, familiares, viejos amigos y aquellas personas que vieron a los hermanos en sus inicios continúan solicitando sus servicios para celebraciones familiares y ocasiones especiales. Y los Yabar, prestos a honrar la amistad, siguen brindando clase con su fantástica música variada.