jueves, 20 de agosto de 2009

Leonardo Vela (Siglo XX / Sonido Verde)


Tuvimos el gusto de conocer a Leonardo Vela, figura muy importante dentro de la cumbia peruana, que dejó constancia de su calidad como guitarrista y compositor. A continuación, a manera de relato, un extracto de lo que nos contó:

Para mí la música nace con uno, recuerdo que desde que tenía uso de razón era inquieto para la música. Es así que ya a los 6 años me gustaba los instrumentos de cuerda, aunque en esa época no había guitarra eléctrica y empecé con mandolina pero con afinación de guitarra. Crecí escuchando música tropical, especialmente colombiana y ecuatoriana. A los 14 años tuve la oportunidad de tener una guitarra criolla y ahí comienzo a hacer mi música. El primer grupo donde participé fue Los Electros, pero al estar en calidad de invitado me pusieron como tumbador. Yo no quería ese instrumento, lo mío era la guitarra, pero lo hice por acercarme más al mundo de las agrupaciones musicales. Recuerdo que al terminar una fiesta me dieron una guitarra para tocar dos canciones y la gente se puso a bailar frenética, lo que fue una gran emoción para mí y la confirmación de que haría esto por el resto de mi vida. Dos años más tarde trabajé con Los Duendes en mi primera experiencia como guitarrista.

Además de tocar, siempre me interesó la creación musical. En ese entonces yo componía canciones y para mí todo era emoción, aún no lo veía como una posibilidad porque no tenía la oportunidad de grabar. Sin embargo conocí a Los Mirlos y ellos se llevaron a Lima la que yo diría que fue mi primera inspiración, “El poder verde”. A los meses pude escuchar en su long play esa canción que había compuesto y me dio mucha alegría escuchar al fin mi música. Pero al mismo tiempo me picó y me dio más ánimos para seguir componiendo.

Siglo XX se forma en Rioja en 1973 y su director, que era moyobambino como yo, me invita para que sea la primera guitarra del grupo. Acepto y en ese entonces éramos Pedro Rojas (director / segunda guitarra), Leonardo Vela (primera guitarra), Walter Paíma (bajo), Carlomagno Díaz (batería), Hernán Ortiz (tumba) y Juan Díaz (vocalista). Ahí continúo mi carrera como compositor y grabamos nuestra primera producción en el sello Volcán, titulada “Te lo pido… por Dios”, donde la mayoría de temas eran de mi autoría. Debido a que los músicos en la ciudad de Rioja eran escasos, más adelante nos trasladamos a Moyobamba y es en ese período cuando grabamos nuestro segundo LP, “Selva de amor”, donde las voces las hace un moyobambino: Walter Arévalo. Para este disco compuse la canción que pasaría a ser la más famosa del grupo, “La naranjadita”. Cosa curiosa porque esa canción la grabé como un complemento del long play, nunca imaginé que llegase a tener tanto éxito. Es aquí cuando me siento más en valor con mi trabajo como compositor, me digo que mis canciones realmente sirven y va creciendo la ilusión de tener un conjunto propio.

Al terminar de grabar “Selva de amor” la disquera me propone quedarme en Lima para trabajar con ellos de forma permanente. Me quedo y termina mi participación en Siglo XX, aunque ellos continúan sin mí. Otros grupos donde tuve alguna participación fueron Los Amautas de Moyobamba, donde reemplacé un tiempo a Germán Rojas, primera guitarra. También integré el grupo Arco Iris, una vez más con Walter Arévalo. Y participé junto con Jorge Franco como socio empresario en Los Reales, grupo que se formó con músicos de Lima y Moyobamba.

Me fui haciendo conocido en la capital y como las disqueras siempre estaban viendo qué artista de la selva promocionar, no me faltaron ofertas, “La naranjadita” era una buena carta de presentación. Infopesa me propuso trabajar con ellos pero no acepté. Más adelante un amigo me presentó en Universal y acepté firmar contrato con ellos. Es ahí cuando formo Sonido Verde. En ese entonces éramos Leonardo Vela (director / primera guitarra), Carlos Córdova (segunda guitarra), Leoncio Vásquez (bajo), Marcial Rojas (timbales). Grabamos nuestra primera producción en 1980 aún sin contar con instrumentos propios. Se llamó “Fiesta Verde” y en las vocales estaba Eduardo Vizconde. Luego vino una etapa muy fértil donde hicimos muchas canciones. Llegamos a grabar unos siete long plays en Universal, pasando luego al casete y el disco compacto.

Si te gusta la música hay que perseverar, no hay que darse por vencido. Por una temporada ya no hubo Sonido Verde, pero la música siempre me inquieta y en la actualidad seguimos tocando.